domingo, 27 de mayo de 2018

Orgullo...

“Toma mi mano esta vez vengo a ayudarte, levántate y sigue caminando, eres fuerte, créelo”. 
Ella escuchaba esas palabras una y otra vez en su cabeza. Palabras que se decía a ella misma, cada vez que no podía más.  Pero la fría nieve del miedo la tenía congelada y sentada en el piso mirando la cima, preguntándose si podría llegar. Se abraza a ella misma y con una sonrisa fría y una mirada cálida, se para y empieza a caminar... porque ella es fuerte.

Las pequeñas lagrimas que van cayendo  por sus ojos se congelan por el frío, pero ella sigue. No puede perder, no puede congelarse otra vez más y dejar que el invierno acabe con ella. No puede sangrar otra vez por el dolor de un momento de una herida que tiene que curar. Entonces los primeros rayos de sol comienzan a aparecer y con el traen el calor de cada momento feliz en su vida, ella aprende y se vuelve más fuerte.

Y esa mañana ella se levanta de su cama, sintiendo que está en la cima de esa gigante montaña. Entonces ahí puede observar todo desde arriba, el largo y complicado camino que tuvo que recorrer. Y observa como ahora se ve tan facil y pequeño. Entonces lo siente, esa increíble alegría y felicidad, llamada orgullo. 

Levanta su cabeza mirando al cielo con esa hermosa mirada iluminada y yo pienso que fuertes eres niña. 




Día 15.

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