domingo, 22 de abril de 2018

Pero...

Me encuentro sentada mirando al cielo, es increíble como en el puedo ver reflejadas mis emociones. Pero aunque hoy se encuentre la noche totalmente estrellada, mi corazón me sigue doliendo como si el cielo estuviera lloviendo. 
Observando cada una de las estrellas, recuerdo cuando era niña y me emocionaba el hecho de contarlas y saber cuántas habría en el cielo esa hermosa noche. Sonrió y mi pecho duele, pienso que la cantidad de estrellas que hay en el cielo, es todo lo que te amo. 
Miro hacia otro lado, retándome a mi misma por ser tan cursi, pero vos sacas ese lado de mi. Ese lado de amar con fuerza y sin miedo, con toda la valentía del mundo. Pero a su vez es triste saber que vos nunca podrás amarme de la misma forma que yo, ni la mitad de lo que yo te amo. 
Siento como los pedazos de mi corazón tratan de unirse sabiendo que me amas, sabiendo que puedo besar tus labios una vez más o puedo sentir tu corazón acelerado cuando te abrazo. Pero... no sientes lo mismo que yo o no le das la misma importancia. Capaz es mejor no pensar y disfrutar de lo que siento pero...¿es correcto?. Se le puede entregar todo a alguien que no te da nada... se le puede amar a alguien con todo tu corazón, sabiendo que la otra persona no lo hace... sé puede ser fuerte por dos... 

Se puede... pero tu corazón se romperá y armará constantemente como un puzzle en las manos de niños aburridos en una noche de lluvia, sin poder dormir. 



Noche 5.

domingo, 15 de abril de 2018

Otra noche más

Otra noche más en la cual me encuentro mirando hacia el horizonte, donde comienzan a aparecer las primeras estrellas en esta noche oscura. Hoy no es como cualquier día, me siento más tranquila, aunque mi corazón roto sigue ahí, quieto, sufriendo en silencio y ahogando mi interior. 
Esta noche vienen a mi pensamientos, que aparecen como cada estrella nueva aparece en el cielo por hacerse más oscura la noche. Pensamientos de esa persona, de la persona que en este momento esté tocando tu cuerpo y probando tus dulces labios. Como esa persona está siendo dueña de algo que no le pertenece porque algo en mi interior me dice, que cada vez que te toca, cada vez que su mano roza tu cuerpo, tu no sientes nada y tu mente vuelve a mi. Porque nadie te tocará de una forma tan delicada como yo, como si te fueras a romper o nadie te besara como yo, delicadamente y sintiendo como la corriente llega hasta el centro de tus huesos. 
Y se que si esa persona trata abrazarte o cualquiera de ellas trata hacerlo, tú pensarás en mi. Porque ningún abrazo te hará sentir tan protegida. Y si te atreves a abrazar a esa otra persona, no sentirás a mi corazón latiendo fuerte del otro lado. 
Y por eso, me siento tranquila, porque sé que en esta noche aunque otras manos te estén tocando, tu mente estará conmigo, estará recordando y deseando que esas manos sean las mías.




Noche 4.

sábado, 14 de abril de 2018

De tu mano

Otra simple noche en la cual nos encontramos caminando de la mano por el centro de esa lejana ciudad. Trato escuchar tu dulce voz contándome viejas historias que viviste en ese lugar pero no logro concentrarme al sentir tu mano junto a la mía. Me centro en ese roce de nuestras pieles, el cómo tan solo estar de tu mano me hace sentir completa. 
Y comienzo a recordar todas las veces que sostuve tu mano, cuando por primera vez la agarre para acercarte un poco más a mi. O esa vez que la agarre para que me siguieras y no te perdieras entre medio de la gente. O la vez que simplemente estábamos rescatadas contra un árbol y me entretuve jugando con tus dedos. O las veces que comenzaba a dejar ganar al miedo y apretaba fuerte tu mano para que nunca te soltaras, y vos con una simple sonrisa hacías esfumar a esos tontos pensamientos. O las veces en las que caminábamos por esas viejas calles, donde las personas nos observan y nosotras tan sólo sonreíamos por estar juntas un día más.
Entonces pienso que agarrada de tu mano podríamos cruzar miles de tormentas, terremotos y hasta los mejores días soleados. Porque junto a vos todo es mejor.



Noche -.

viernes, 13 de abril de 2018

Noche de lluvia

Entre medio del silencio se escucha un ruido, se ilumina la pantalla de mi celular. Y mi corazón se contrae al pensar, al tan solo imaginarse que si miro, va a estar tu foto con tu nombre... pero no es así. 
Lo observo en silencio escuchando la lluvia caer al igual que mis lagrimas. Me imagino agarrándolo y escribiendo una simple frase “te extraño, necesito verte”. Pero luego recuerdo tu voz diciéndome que no me volverías a ver, y los pedazos de mi corazón se rompen un poco más. 
Y me pregunto ¿como un paraíso se convierte en una ciudad en ruinas en tan poco tiempo?. En como las cosas se fueron de nuestras manos, tan solo dejándonos llevar por el momento de no sentirnos cerca. Pero la verdad, ahora en serio no estamos cerca, ahora tú estás tratando vivir tu vida aceptando mi decisión y yo tratando aprender que es vivir sin vos. Y esto no se siente vivir, se siente sobrevivir sin una parte de vos, puedo pero no quiero. No quiero ser un simple recuerdo... pero lo soy, al igual que vos.
Y en esta noche de lluvia te recuerdo y te extraño un poco más.



Noche 3.

¿Eres un cobarde o un valiente?

Creo que toda la vida nos preguntamos, ¿que es el amor?. Pero no hay un tipo solo de amor... hay diferentes amores, amores que te liberan, amores que son tu perdición... pero hay solo un amor que va a ser para el resto de tu vida. Y nosotros nos preguntamos si vamos a encontrar a esa persona, a la persona que estamos unidos desde siempre. Como dicen en las viejas leyendas, si vamos a encontrar a la persona que tiene atado el otro extremo de nuestro hilo rojo. 
La idea del amor, es mucho más fácil que el mismo amor. El amor es un sentimiento, pero las relaciones son las complicadas, porque vivimos en un mundo donde amar es ser débil y si amas lo más probable es que te rompan el corazón. Pero las relaciones se aprenden, no nacemos sabiendo como tratar a las personas, entonces es un reto. 
Si llega a vos, ¿aceptarías el reto o eres un cobarde? 
Ignorarlo, ser cobarde es más fácil, negarte a sentir. Entonces eso es ser débil, conformarse con algo fácil. Arriesgarse por amor no es debilidad, es fuerza, es tener coraje para entregarle tu corazón a otra persona y confiar que ella lo va a cuidar.
Eso no lo supe sola, yo soy del primer grupo, soy una cobarde. Prefiero pensar en lo que se siente amar en vez de sentirlo. Pero un día tuve que dejar de hacerlo, encontré a la persona que me enseñó que era mejor estar en el grupo de los valientes, de los que dejamos caer la máscara y nos entregamos por amor.
¿Y es fácil? 
No, no lo es. Pero cuando sabes porque luchar, tenes un objetivo y eso lo hace fácil. Luchas por ser feliz, por amar, por no hundirte en los miedos y las inseguridades. Y aunque por momentos sea un caos, también hay liberación, solo tenes que aprender a estar en equilibrio. 



Noche -.

jueves, 12 de abril de 2018

Recuerdos

Recostada en mi cama comienzo a sumergirme en mis pensamientos... ¿malos o buenos?
Así es como aparece mi álbum del pasado, los días pasan por delante de mis ojos... los viejos recuerdos.
Recuerdos de la primera vez que hablamos, como enseguida me pareciste interesante y podría escucharte por horas. 
Recuerdos de la primera vez que salimos o que nuestros labios se unieron y esa gran corriente que sintió todo mi cuerpo, asustándome por sentir tanto. 
Recuerdos de las noches en las cuales nos dormíamos abrazadas, luego de amarnos ilógicamente como si fuera el último día. 
Recuerdos de cada “te amo” con tu dulce tono voz.
Recuerdos de todo el coraje que tuve que juntar para agarrar tu mano y poder caminar juntas, todas las veces que lo hicimos. 
Recuerdos de cada promesa de estar juntas para siempre, de todas las cosas planeadas por hacer.
Recuerdos de nuestras citas a nuestros lugares favoritos... como podré llevar a alguien ahí sin pensar en vos.
Recuerdos de todas las cosas extrañas que hacíamos, que solo eran de nosotras y ahora son solo cosas dueñas del pasado. 
Recuerdos de tus ojos oscuros mirándome  fijamente y me pregunto, ¿sentiré lo mismo cuando alguien me mire?, ¿sentiré lo mismo cuando otros labios me besen o otras manos me toquen?.
Pero lo que más me pregunto es, ¿tu lo recuerdas?.




Noche 2.

miércoles, 11 de abril de 2018

Nunca me dejes

Abro los ojos y me encuentro a oscuras donde solo por la ventana aparece un intruso rayo de luz, trato de acostumbrar mis ojos. Empiezo recordar en que estaba soñando o cuando me había dormido, pero no logro concentrarme al escuchar su respiración. Entonces mis pensamientos se centran en el sentir su cuerpo junto al mío, siento ese calor que entra por mi piel y llega a mis huesos generando una corriente que solo ella provoca. Me muevo un poco y largo un suspiro que estaba guardando.
-¿Que pasa?- escuché su adormilada voz diciendo. 
-Nada, solo no puedo dormir- digo acomodándome más contra ella, me abraza y respiro contra su cuello. Me río y pienso lo feliz que soy en ese momento. Para algunos puede ser solo otra simple noche pero para nosotras no, es otra noche en la cual puedo amarla y sumergirme un poco más en este laberinto llamado amor. -¿Que piensas?- dije curiosa.
-En nada- dijo con un tono burlón, sabiendo que esa respuesta no era válida para mí. Me reí por su respuesta idiota, y empecé recordar cuántas veces me había echo la misma burla. Ella me conocía demasiado, mi corazón se contrajo de felicidad. La persona que más me conocía estaba entre mis brazos, enamorándose un poco más cada día. Y entre pensamientos lindos apareció el miedo, tratando asustarme como a una niña chica la asusta el coco. El miedo a perderla, a no vivir momentos así otra vez, entonces con todas mis fuerzas la apreté un poco más contra mi para creerme que nuca se iría.
-Nunca me dejes- dije en un susurro, donde expresaba todo el miedo que me generaba perderla.
-No lo haré, me casare contigo aunque no lo aceptes- dijo en un tono bajo, tranquilo y seguro.
Y mis labios formaron una pequeña sonrisa, la idea de vivir todos mis días con ella, era perfecta. 




Noche -.

¿Lo sientes?

Sientes como cada pedazo de tu corazón se rompe y cae como hojas de un árbol en otoño. 
Sientes ese agujero negro inmenso que se forma en tu pecho, el cual absorbe todo tu ser y solo deja dolor. 
Sientes ese nudo en la garganta, que son todas las palabras que ya no dirás, palabras que quedan en silencios.
Sientes como tu piel queda fría porque ya no sientes a otro cuerpo a tu lado. 
Sientes como tus planes del futuro se esfuman y este se vuelve totalmente incierto y abandonado.
Sientes como tu cara está mojada por lagrimas que brotan de tus ojos en silencio, expresando con cada una todo tu dolor.
Sientes como tus oídos se esfuerzan en escuchar en el silencio un “te amo, todo estará bien”, pero no se escucha nada.
Sientes como todos los recuerdos pasan por tus ojos como una triste película, que nunca podrás volver a vivir.
Sientes como el sueño huye de vos porque tu mente está en el pasado, en esos días en los que eras feliz y dormías protegida por otros brazos.
¿Sientes eso? 
Entonces lamento decirte que tu corazón está roto... 



Noche 1.

martes, 10 de abril de 2018

Hilo rojo.

Desde pequeña te cuentan historias de amor, esas historias increíbles en las cuales consistían en que la chica inofensiva se encuentra con su príncipe azul, el la salva y son felices para siempre. Entonces tu principal pensamiento cuando sos pequeña, es que queres a tu hermoso caballero venir a rescatarte en un caballo blanco... crees en un amor puro, en el cual no hay maldad y todo es perfecto después que encontrar a esa persona... pero esa idea no dura mucho. Porque creces y te das cuenta que solo es un cuento de hadas. Entonces empezas a buscar vos las historias, encontras amores para siempre, historias trágicas y la realidad... en la cual las personas se cubren con caretas, porque amar te hace débil, porque entregar tu corazón significa que te lo van a romper. 
Un día llego a mi la leyenda del hilo rojo, un simple hilo de color rojo que es imposible de ver... el cual une dos almas para siempre, sin importar nada. Sin importar el tiempo, la distancia, los cuerpos, lo débiles que somos los humanos... siempre tu alma va a estar atada a esa otra alma. Es increíble... imposible de imaginar lo intensa que es esa conexión. Y así empecé a enamorarme de la ida del amor... era mucho más fácil. 
Es más fácil enamorarse de una idea, en vez de una persona... las personas cambian, engañan, mienten... pecan. Entonces me protegí detrás de mis barreras, solo imaginándome que se sentiría amar. 
Y un día como cualquier otro, ella apareció, con su apariencia tranquila como siempre. Y en un ataque de rebeldía terminó entre mis brazos, nos fundimos en un abrazo, en esos abrazos simples pero en el cual los corazones llegan a unirse... y ahí creyendo que era un simple abrazo... lo sentí, sentí la conexión. 
Nadie te dice como va a hacer ese momento, nadie te prepara para el... entonces lo sentís, sentís que estas cerca de alguien que conoces hace muchísimo tiempo y que ahora ya no podes, ni queres irte de su lado... entonces como cobarde que soy, me fui.
Me escapé de esa fuerte sensación... no estaba preparada me dije a mi misma. Pero al poco tiempo me di cuenta que mi alma había sentido algo especial y no sé iba a cansar hasta volverlo a sentir devuelta; y que ser débil no era importante si tenías otro par de brazos para protegerte.
Y así volví, arrepentida por haberme ido... dispuesta a entregar mi corazón del todo, porque un pedazo de él ya se había quedado con ella después de ese abrazo. 




Noche -.

Pesadillas

Cierro los ojos y otra vez me sumerjo en el mundo de los sueños, ahí estoy sola. Viajo por muchos lados pero abro una puerta muy particular... se que del otro lado están mis pesadillas. Pero esta no es como cualquier otra, solo hay oscuridad y una voz diciéndome que estoy sola. Me siento en un rincón contra una pared, lloro, pido ayuda pero nadie me oye.
Ya los canse a todos... ¿Por qué querer a una carga? ¿A un ser pesado? ¿A alguien que no valora?... ¿Como se puede querer a alguien roto? No se puede...
Entonces todos se fueron, solo esta esa voz diciéndome todo lo que me pasa... pero le grito que no es así. Me refugio en el hecho de que es una pesadilla entonces grito que no es así, hasta que me despierto sobresalta... húmeda mi piel por el sudor del miedo, temblando... me giro y pienso, es solo una pesadilla... no es real. 
-Abrázame...- digo entre mis labios temblorosos -por favor hazlo- pero no siento ningún par de brazos abrazándome, ni un cuerpo caliente al lado mío. Me paro y trato de correr, buscar a alguien pero solo logro caer junto a la pared. 

Y ahí estoy, apoyada contra la pared, a oscuras, con lágrimas empapándome la cara y sola... viviendo como mi pesadilla era la realidad.



Noche 0.